Por qué los cocineros caseros australianos eligen los dispensadores de aceite Yarramate
Hace unos años, nunca me lo pensé dos veces antes de usar el aceite de oliva en la cocina. Tenía una de esas botellas de plástico gruesas del supermercado y lo echaba directamente en la sartén. Cuanto más aceite, mejor, ¿no?
Eso cambió el día que eché una cucharada entera en la cesta de mi freidora de aire y terminé con unas patatas fritas de boniato pastosas. No solo la textura era mala, sino que también me di cuenta de cuánto aceite innecesario estaba usando. Fue entonces cuando empecé a buscar mejores maneras de controlar el aceite, y por eso ahora, como tantos australianos, uso un dispensador de aceite Yarramate todos los días.
Hablemos de por qué esta pequeña mejora de la cocina se está convirtiendo en algo imprescindible para los cocineros domésticos inteligentes de toda Australia.

Amamos nuestras freidoras de aire, pero odiamos los resultados grasosos
Las freidoras de aire están por todas partes en las cocinas australianas. Son rápidas, ahorran energía y son una bendición en verano, cuando no quieres encender el horno. Pero aquí está el truco: si solo viertes aceite como antes, estás perdiendo todo su propósito.
Ahí es donde un pulverizador de aceite alimentario hace una gran diferencia.
En lugar de empapar las patatas fritas, se rocía el aceite justo para cubrirlas uniformemente. ¿El resultado? Bordes crujientes, color dorado y menos calorías. La primera vez que lo probé con rodajas de berenjena para una barbacoa de verano, mis amigos me preguntaron qué había hecho diferente. "La misma receta", dije. "Solo que con mejor control".
El pulverizador de aceite de Yarramate le brinda esa precisión sin hacerle sentir que está midiendo cada gota.
Mejor para tu cuerpo y tu presupuesto
Seamos sinceros: el aceite de oliva virgen extra no es barato. Sobre todo el de calidad que nos gusta conseguir en el mercado local o en tiendas de alimentación. Al usar un buen pulverizador de aceite para cocinar, se aprovecha mejor el aceite sin sacrificar el sabor.
Recuerdo haber comparado dos tandas de verduras asadas: una con aceite para verter y otra con espray. La versión con espray usaba menos de un tercio del aceite, sabía más limpia y se asaba de forma más uniforme.
No se trata solo de la cintura. Se trata de no desperdiciar esos aceites de alta calidad en los que gastaste mucho dinero.
Yarramate adopta el estilo de vida australiano
Lo que realmente me gusta de los productos Yarramate es que parecen hechos para nuestro tipo de cocina . No tienen nada recargado ni frágil. Su dispensador de aceite de oliva de vidrio oscuro , por ejemplo, no solo es elegante, sino también súper práctico.
El vidrio oscuro protege el aceite de la luz solar (que descompone los nutrientes con el tiempo), y la botella es resistente. La he tirado más de una vez al intentar coger un tarro de especias, y ni siquiera se ha roto.
Además, el diseño encaja a la perfección en la encimera junto a mis molinillos de sal y pimienta. Es funcional, pero también queda bien cuando hay visitas.
Manos limpias, cocina limpia
Si cocinas mucho, ya sabes lo que pasa: dedos grasientos, botellas resbaladizas y aceite acumulándose bajo la tapa. Las botellas y pulverizadores de Yarramate están diseñados para evitar todo eso. Sin fugas. Sin goteos extraños por los laterales.
El mecanismo de pulverización es sólido: proporciona una pulverización uniforme, no uno de esos desastres de medio chorro y medio goteo que he tenido con marcas más económicas. Incluso con las manos un poco mojadas por cortar lechuga o enjuagar hierbas, el agarre del pulverizador se siente estable.
¿Y a la hora de limpiar? Mete la botella en el lavavajillas o enjuágala con agua caliente y un poco de limón. ¡Listo!
Son las pequeñas cosas las que te hacen sentir en control
Hay cierta satisfacción en tener los utensilios de cocina en su punto justo. Cuando uso el pulverizador Yarramate, no tengo que adivinar. Sé que me dará el aceite justo para el trabajo. Ya sea que esté:
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Cubriendo ligeramente una prensa para sándwich antes de asar el halloumi.
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Rociar el pan de pita con aceite de ajo antes de hornearlo,
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o preparar una ensalada con aceite de sésamo... tener ese control me da más confianza y menos desorden.
Y, para ser sincero, ha hecho que cocinar sea más consciente. Menos apresurado. Menos derrochador.
Los cocineros locales confían en él y lo recomiendan
Descubrí el Yarramate en un grupo de Facebook para cocineros caseros en Sídney. Alguien publicó una foto de la renovación de su despensa, y algunos preguntaron de inmediato: "¿Qué es esa botella de aceite que está en el estante?". La respuesta: "Yarramate, el mejor que he usado".
Después de ordenar el mío, entendí el revuelo.
No buscan ser sofisticados ni efectistas. Simplemente cumplen con lo esencial: usabilidad, seguridad, diseño limpio y durabilidad.





